sábado, 21 de febrero de 2009

Un minuto en la vida de Roberto Saviano


En el dominical de El País de hace dos domingos, a pesar de que el tema de portada era otro (la bonita historia de los gays más jovencitos y jovencitas para los que todo ha sido más fácil y bla, bla, bla), yo me quedé pegado a la historia de este muchacho que no tiene nada de bonita y no entendí cómo no estaba en la portada, o es que acaso la reservan para su entierro. El resumen es que siendo napolitano, éste joven escritor cayó hace unos años en la cuenta de que no existía un libro que contara con claridad los manejos de la mafia que convierten el mundo en un lugar peor, y se decidió a escribirlo. El resultado, Gomorra, es un documental preciso al milímetro por el que desfila un personaje que es él mismo montado en una vespa, pero que no va por la Roma idílica de Nanni Moretti. El libro salió y todo fue muy bien unos meses. Entonces la mafia lo condenó a muerte y a partir de ahí Roberto Saviano dejó su vida y empezó otra dentro de una pecera, custodiado por 5 guardaespaldas 5.

Mañana en la 2 emiten una entrevista con él (Página 2) que no me pienso perder. Os pongo el anuncio:



Supongo que la entrevista completa la acabarán por colgar en la web de TVE, pero de momento no he encontrado el programa allí, así que habrá que intentarlo en el youtube.

Y bueno, el ejercicio de hoy no consiste en escribir algo parecido a lo que ha hecho Saviano en Italia, aunque yo me pondría el primero de la cola para comprar ese libro. Imaginaos, la historia de todo todo el entramado de ETA contada desde dentro y con toda claridad.

Volviendo al ejercicio de hoy, consiste en poner el mismo título de la entrada de esta anotación: "Un minuto en la vida de Roberto Saviano" y describir eso, un minuto en la vida del escritor.

9 comentarios:

Toño dijo...

Un minuto en la vida de R. S.

He girado la cabeza y he visto al hombre de la camisa de rayas mirándome. Me he sentido censurado, como cuando por la mañana compré el periódico y el quiosquero me miró del mismo modo. Ya son muchas semanas sintiendo que cuchichean a mi paso, pero hasta ahora no habían encajado todas las piezas. Aunque no me guste, aunque sea un hombre de paz, tendré que aceptar el hecho de que me persiguen. Y no piensen que estoy loco. Estuve loco hace tiempo, pero ya no tiene arreglo lo que hice. La condena está firmada. Mi nombre era o es, no sé, Roberto Saviano.

Anónimo dijo...

7:35 de la mañana:
(Roberto Saviano, aún medio dormido)"Qué feliz soy, me conoce medio mundo, he conseguido ser multimillonario haciendo lo que me gusta, la gente disfruta leyendo lo que escribo y mis libros ayudan a muchas personas a entender el sufrimiento"
7:36 (los carabineros-escoltas irrumpen en el dormitorio)"Buono giorno, Roberto"
(Roberto):"Ay,Dios, me olvidaba del resto"

Anónimo dijo...

Soy Roberto Saviano, vivo la vida como una crónica de una muerte anunciada. Si no fuera tan personal, podría escribir un cuento fantástico con este tema. Estoy sentenciado a una muerte violenta en vida. Trato de no dejar rastro de lo que hago. Ahora ya no, pero antes me daba rabia estar desahuciado por un colectivo económico ilegal, pero con poder real en esta Italia que me ha tocado vivir. Hoy podría ser ejecutado por un niño al que han regalado un arma para que juegue. Debo vivir y pensar en otra cosa. Es curioso…podemos defendernos de la invasión de marcianos, de los ejércitos de otros países; pero no del vecino de al lado al que no conocemos. Por el contrario, ningún poderoso, grupo, país, o colectivo benéfico “legal” puede detener el hambre y la miseria del tercer mundo; cuando se sabe que con un pequeño esfuerzo económico, sería posible. Bastaría utilizar una parte de lo que gastan nuestros poderosos países para defenderse. Creo que la muerte ha perdido su dimensión humana, ahora un juez de la mafia decide impunemente cuándo y cómo ocurrirá mi deceso. En cambio, nadie puede hacer nada por salvar las vidas de las mayorías olvidadas. Este pensamiento, al menos, me distraen de especular si el vecinos de al lado será un pistolero, o no. No quiero preguntárselo a mis guardaespaldas. A veces creo que los que me protegen creen que soy un coñazo.

Anónimo dijo...

Sé que hay una bala que me espera a la vuelta de una esquina, la única pregunta es cuándo. Resulta extraño porque es la misma pregunta que nos hacemos todos, pero el hecho de que la muerte sea algo inminente y probablemente violento arrastra consigo este miedo que nace de aferrarse a la vida. Sé que hay dos quilos de goma dos que me aguardan pacientes debajo de algún coche o en alguna papelera de mi barrio, y ni siquiera los guardaespaldas que me acompañan día y noche podrán librarme de ellos. Es cuestión de tiempo. Si algo tienen los cazadores es paciencia. Qué tenga cuidado la muerte, de tanto convivir con ella estoy empezando a perderle el respeto.

BRAGAOMEANO dijo...

LA MAFIA ES EL ESTADO:

Me levanto por las mañanas y al mirarme al espejo
veo a 5 hombres detrás de mí y no paro de preguntarme,
cual será el que por dinero me traicionara, como si fuera Jesucristo.
Porque si hay algo que tiene la mafia es dinero.
Con el compra las voluntades de políticos, jueces y
Policías, es casi imposible luchar contra ella en un
mundo donde el dinero se impone a todo.
Ahora estoy en España, he leído que en la comisaría
de Sevilla han desaparecido 100 Kg de cocaína y en
la de Valencia 20 Kg. En Sevilla han tenido que soltar
a los narcos que apresaron con la coca, porque las pruebas
han desaparecido. ¿ Ha habido algún cese ?, ¿ Se han depurado responsabilidades ?
Es más fácil pillar al que trapichea y que se coma unos cuantos años
de cárcel. Si no fuera por la poca prensa que queda independiente, ni siquiera
nos enteraríamos de estos movimientos de las mafias.
De echo ahora mismo ha tenido que dimitir el ministro
De justicia de España, porque un periódico ha investigado,
que dicho señor ha cazado sin licencia, aunque a mí me
parece más grave que acepte cazar gratis en cacerías de 6000 euros.
Ahora que sé que moriré asesinado y que soy un dead man walking,
No hago más que preguntarme si de verdad ha merecido la pena,
el haber arriesgado mi vida porque el mundo se entere un poco
de la realidad y que no mire tanto para otro lado. Sin embargo y
Por desgracia sé que la vida después de mí seguirá igual.

Anónimo dijo...

¡Cuánta razón, Bragaomeano!

Anónimo dijo...

No quiero levantar otra polémica polvareda, pero la noticia es esta:
“Un profesor de historia y literatura de un instituto profesional PÚBLICO italiano ha sido suspendido de empleo y sueldo durante 30 días por una decisión del Consejo Nacional de la Educación Pública (Consiglio nazionale della pubblica istruzione).¿Su crimen? Haber quitado el crucifijo de la pared durante las horas de clase. El profesor devolvía el símbolo religioso a su sitio al acabar sus clases, pero el director del centro, Giuseppe Metastasio, denunció al profesor ante el Consejo Nacional, que ha sido más duro con él que con los profesores acusados de acoso sexual hacia los alumnos (suspensión de uno a diez días). El profesor Franco Coppoli se ha defendido apoyándose en la laicidad del Estado, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa, pero la suspensión ha sido confirmada por la Oficina Regional de Educación.” Preguntita: ¿Cuántos mafiosos italianos van a misa y sus pecados les son perdonados?

BRAGAOMEANO dijo...

El primero, el que fue primer
ministro muchos años, ese personaje
bajito y de hombros encojidos, con
cara de jesuita, Andreotti.
El cual besaba la mejilla de sus
amigos mafiosos. Luego hubo otro
que era socialista e hizo rico al actual presidente de la republica italiana, que tuvo que exiliarse a Tunez, llamado Bettino Craxi.
Recordar que hubo un tiempo donde en el país de la bota, hubo un pentapartido mandando, asi que todos chuparón del bote y ninguno quedo libre de sospecha. Aqui vamos
por el mismo camino, la corrupción de la partitocracia se va a cargar nuestra demócracia, heredera directa del franquismo, no nos olvidemos de esto nunca, que al rey lo puso a dedo el caudillo.
En Italia, mafia y vaticano, forman parte de la indiosincracia nacional.

Anónimo dijo...

Es un secreto público
que las cigüeñas no vienen de París,
que el universo óptico se ve,
que lo que no se ve, no se quiere ver,
que la mafia existe,
que la rabia ofende.
que las penas hieren,
que los Reyes Magos no se gastan la paga extra en navidad,
que las moscas vuelan, pero Papa Noel no,
que los reyes no visitan al servicio ni el W.C.