viernes, 25 de mayo de 2012

Juguemos al dinosaurio

El juego es muy sencillo.
Si el dinosaurio de Monterroso tiene 7 palabras (nueve incluyendo el título):

Cuando despertó, el dinosaruio todavía seguía ahí

¿Cómo sería el tuyo?
Sirva como ejemplo la viñeta de El Roto del otro día y las versiones de esta página.

Ah, y para los que dicen que no se les ocurre nada, podéis empezar el vuestro así:

Cuando despertó...

El otro día jugamos a esto en la Feria del Libro de Guadalajara (España), y lo pasamos bien.

12 comentarios:

Mª José dijo...

Cuando despertó, las letras aún seguían bailando dentro del dinosaurio.


Mª José Olvieras

Jesús Rocha dijo...

¿Dónde está el dinosaurio?

Henry dijo...

Cuando despertó el dinosaruio, todavía seguía ahí

Henry dijo...

Cuando la vida empezó a sonreirme,
la muerte comenzó visitarme.

Jesús Rocha dijo...

¿El dinosaurio sonreía?... Sería por culpa de las letras que se tragó.

Mª José dijo...

Cuando despertó, todos a su alrededor reían alegres la broma.


Mª José Olivares

Jesús Rocha dijo...

Y dijo:"Me estoy cansando de ser solo dinosaurio a secas; ahora, lo de ser político dinosaurio profesional no estaría mal...y pertenecer a la Juntas $irectiva de un gran banko"

BRAGAOMEANO dijo...

Hay algún compañero/a suyo y de CCOO,
que pertenecen a los dinosaurios de 181000 euros de sueldo de las cajas, en representación de los que trabajan. Hay tantos dinosaurios en representación de los que trabajan, que algunos de ellos ya ni se acuerdan de lo que es trabajar. Incluso seguro que hay alguno que no ha trabajo en otra cosa, que no sea ser dinosaurio.
Antes de yo nacer el dinosaurio ya estaba allí, primero se llamo Vertical, después CCOO y tuve un hermano mellizo que se llama UGT, a veces les confunden. Pero son los misma clase de dinosurios.

Jesús Rocha dijo...

Pero dejar caer a Bankia es una burrada, es como dejar caer al dinosaurio, nos aplastaría a todos... El asesor vaticano salta y dice: Es que esto del sistema Bankario, es como las cadenas de dominó, nos puede salpicar a todos.
Ante tanto desajuste Dios, como pocas veces, resopla y pregunta: ¿Pero quién está dentro de la cabeza de dinosaurio? El arcángel sibilino, que en el fondo quiere también dirigir el cotarro, responde: El banco de España.

Jesús Rocha dijo...

Y Dios salta otra vez: “Que venga la confianza”. Todos callan, ante esto, vuelve a preguntar Dios: ¿Qué pasa con ella? Una tímida voz del fondo responde: Es que ha salido. Y Dios insiste: ¿A dónde ha ido? Y ¿Cómo ha salido del dinosaurio?... (Silencio)…La nada, el agujero negro, avisada por la confianza, se va tragando el escenario, se hace oscuro y baja el telón.

Jesús Rocha dijo...

Resumiendo:
Y Dios preguntó: ¿Dónde está el dinosaurio?
¿Bankia, el gran dinosaurio sonreía?... Sí, sería por culpa de las letras que se había tragado y aún no había digerido. Y molesto por la digestión pesada, y la llamada divina del pesado Dios monetario, dijo: "Me estoy cansando de ser solo un pobre dinosaurio a secas; ahora que hay vaca gordas, y por la fidelidad con la que te he servido, me merezco un premio. Lo de ser político dinosaurio profesional no estaría mal...y pertenecer a la Juntas $irectiva de un gran banko"
Dios respondió: Todo se andará, pero anda con cuidado, no te pases, te pondré al Banco de España en tu pequeña cabecita, para mantenerme informado.
Al cabo de un tiempo, un gran revuelo ocurrió en el reino de los cielos monetarios. Todos los índices económicos se estaba alterando y desmoronando; a lo lejos procedente de Asía, se venía acercándose una tormenta especulativa. El cielo bursátil tenía sobrepeso, por culpa de la gula de Bankia, el dinosaurio insaciable. Los Consejeros divinos recomendaron expulsar al dinosaurio Bankia del cielo de valores, estaba arrastrando a la estabilidad económica, la misma que permitía al celo económico mantenerse estable.
Después de confusas discusiones, Dios sentenció: Pero dejar caer a Bankia es una burrada, es como dejar caer a ese estúpido dinosaurio sobre nuestras propias cabezas, nos aplastaría a todos... El asesor vaticano salta y dice: Es que esto del sistema Bankario, es como las cadenas de dominó, nos puede salpicar a todos.
Ante tanto desajuste Dios, como pocas veces, resopla y pregunta: ¿Pero quién está dentro de la cabeza del dinosaurio? El arcángel sibilino, que en el fondo quiere también dirigir el cotarro, responde: El banco de España, como tú ordenaste.
Y Dios salta otra vez: “Que venga la confianza”. Todos callan, ante esto, Dios vuelve a preguntar: ¿Qué pasa con ella? Una tímida voz del fondo del parqué responde: Es que ha salido. Y Dios insiste: ¿A dónde ha ido? Y ¿Cómo no anda con el dinosaurio?... (Silencio)…La nada, el agujero negro, avisada por la confianza que había cambiado de bando, se va tragando el escenario, se hace oscuro y baja el telón.

Henry dijo...

Cuando despejó la variable, la incógnita todavía estaba ahí.