viernes, 22 de junio de 2012

Frase del mes IX


¿Qué os parece ésta de Lichtenberg que me encontré en el libro de los bichos que me dejó Luis?:


Hay gente que lee sólo por no pensar

domingo, 17 de junio de 2012

Cuentos en verso para niños perversos





Aquí va la versión de Caperucia y el lobo de Roald Dahl y su traductor, Miguel Azaola.

Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
"¿Puedo pasar, Señora?", preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando: "¡Este me come de un bocado!".
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:
"Sigo teniendo un hambre aterradora...
¡Tendré que merendarme otra señora!".
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
"¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!"
-que así llamaba al Bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.
Y porque no se viera su fiereza,
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperu a mediodía
y dijo: "¿Cómo estás, abuela mía?
Por cierto, ¡Me impresionan tus orejas!".
"Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas"."¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!"."Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto
para que pueda verte Don Ernesto
el oculista", dijo el animal
mirándola con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente.
De repente Caperucita dijo: "¡Qué imponente
abrigo de piel llevas este invierno!".
El Lobo, estupefacto, dijo: "¡Un cuerno!
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa".
Pero ella se sentó en un canapé
y se sacó un revólver del corsé,
con calma apuntó bien a la cabeza
y -¡Pam!- allí cayó la buena pieza.
Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el Bosque... ¡Pobrecita!
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.

El ejercicio de hoy es para todo el verano. Tomad un cuento y hacedlo rimado.
Por cierto, que muchas gracias a Naira por su preciosa ilustración.

jueves, 7 de junio de 2012

Misterios de Europa


Tenemos encima el maratón de los cuentos de Guadalajara.
El tema es el misterio, pero este año estamos llevando adelante un proyecto Europeo con subvención europea (si fuera española nos la habrían recortado) así que este año el maratón se llama "Festival misterios de Europa". Y por eso viene la propuesta de hoy. Me gustaría que escribieseis un relato que se titulara "Misterios de Europa".
Eso sí, si queréis sacar nota tendréis que contarlo en el escenario del Maratón. Si no tenéis hora reservada os recomiendo la hora del microrrelato en la madrugada del domingo.

viernes, 1 de junio de 2012

Ernesto Cardenal


En mayo le dieron el Reina Sofía de poesía a Ernesto Cardenal.
La verdad es que no he sido capaz de leer ningún libro suyo entero después de Epigramas, pero con un libro basta para que un autor sea imprescindible, aunque sea un libro que se lea en 15 minutos yendo despacio.
La historia del joven Ernesto es una historia de amor desgarrado, juvenil, pero quizá llamar amor al desamor sea un error. Dentro está el famoso:

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

También esta preciosa declaración:

Si tú estás en Nueva York
En Nueva York no hay nadie más
Y si no estás en Nueva York
En Nueva York no hay nadie.

O el breve manual de autoagresión que aparece en la portada.

Y también la declaración final de guerra unilateral por parte del abandonado:

Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.



Evidentemente, el ejercicio es añadir una página a Epigramas, o dos.

Por cierto que la última reunión del curso para el Club de escritura es el martes 4 a las 19 h. No os olvidéis en casa vuestra pequeña edición para compartir de cuadernillos, libros, octavillas, mensajes en una botella, etc. (mirad estos ejemplos o estos otros).