miércoles, 8 de julio de 2015

Terapias



Cada cual arrimará el ascua a la terapia que practica, pero lo único cierto es que los humanos somos frágiles y que a veces necesitamos dejar de hacer como si no pasara nada.

A este respecto me ha encantado un poema de Miguel Martínez y lo pienso enmarcar para mi consulta:


Masaje

A principios del siglo XXI un fantasma recorre Europa
es el fantasma del método Pilates
media Europa se abandona al menos dos veces al mes
en las manos blancas y veloces de su fisioterapeuta
el viejo mundo se ha convertido en un spa.
hoy se puede ir de Cádiz a Estocolmo
parando cada día en un centro de masajes
se reproducen como conejos las clínicas de osteopatía

Será por eso
cada vez nos duele más el cuello
de tanto mirar para otro lado.



La terapia de hoy es pensar en esto y escribir en los comentarios sobre el tratamiento que queráis o sobre mirar para otro lado o sobre las dos cosas a la vez.

3 comentarios:

BRAGAOMEANO dijo...

Mirar hacia otro lado, es lo más sencillo y claro.
Si te pones a pensar, sabiendo lo que hay al final, solo te queda pasar de todo.
Porque al final, la vida de la cucarachas y la tuya solo se distingue por la dieta. Y que a veces el ser humano no se reproduce.
Para que luchar, para que estudiar.
Trabajar, para que ?, si el trabajo solo produce enfermedades derivadas de su actividad.
Te pones a pensar y no encuentras ninguna razón para no mirar hacia otro lado.
A no ser que quieras ser Santa Teresa, es mejor beberse el ron que lleva su nombre para viajar donde tu quieras.
O tal vez soñar, es lo mejor que en la vida real te puede pasar.

Anónimo dijo...

La mejor terapia es estar de vacaciones, sin tener nada planificado, si habernos puesto objetivos vacacionales. En paz, haciendo lo que lo que te venga en gana y más te gusta, sin obligaciones, sin molestias. En fin, libres, como pocos pueden estar.
jemart

Anónimo dijo...

La mejor terapia es estar de vacaciones, sin tener nada planificado, si habernos puesto objetivos vacacionales. En paz, haciendo lo que lo que te venga en gana y como más te gusta estar, sin obligaciones, sin molestias. En fin, libres, como pocos pueden estar.
jemart