lunes, 26 de junio de 2017

Se puede amar a Javier Marías y a Gloria Fuertes





No ha salido el tema antes en este blog, pero que sepáis que admiro profundamente a Javier Marías. Todas las almas y Corazón tan blanco me parecen dos obras maestras. Durante décadas he leído todo lo que ha escrito Marías con excepción de su última novela. Es lógico, todos nos repetimos y cansamos hasta a los que nos aman. Los genios como Javier Marías no son una excepción, pero sigue escribiendo tan bien... Admiro en él también esa capacidad que tiene para ver las cosas desde otro lado y atreverse a contarlo, como ha hecho en su artículo de El País Semanal con respecto a Gloria Fuertes. No sé por qué se ha formado tanto revuelo cuando Marías ha dicho que no le parece una escritora de tanto mérito como algunos dicen. ¿Qué pasa? Él opina que Austen, Brontë y Brontë, George Eliot, Gaskell, Staël, Sévigné, Dickinson, Dinesen, Rebecca West, Vernon Lee, Jean Rhys, Flannery O’Connor, Janet Lewis, Ajmátova, Arendt, Penelope Fitzgerald, Anne Sexton, Elizabeth Bishop, Agatha Christie, la Baronesa Orczy, Crompton y Blyton, Pardo Bazán, Rosalía, Chacel, Laforet, Fortún, Rodoreda y cientos más son mejores que Gloria Fuertes. Es una opinión y una opinión autorizada. A él le gustan mucho más todas esas escritoras. Sus razones tendrá y tiene. No es imprescindible estar de acuerdo con él.

Por otro lado, quiero deciros que amo las obras de Marías y amo las obras de Gloria Fuertes y no pienso deciros aquí si quiero más a papá o a mamá. Gloria lleva años siendo una referencia para mí, y aunque sólo haya salido un par de veces en el blog, sus libros de poesía para adultos me acompañan desde hace dos décadas. Una vez fui a un recital suyo y quedé enamorado. Gloria era el ejemplo de que se podía ser poeta sin ser enrevesado, sin tener que parecerse obligatoriamente a poetas formalmente perfectos a los que yo no me parecía ni me quería parecer. Me gustaría que cuando escribo se me entendiera tan claro como yo entiendo a Gloria. Aunque puestos a pedir, también me gustaría ser tan profundo y perfecto como puede llegar a ser Marías.

Ahora mismo me da por pensar que los dos escritores tienen muchas cosas en común, viviendo en sus respectivas torres de marfil pasados los sesenta.

Creo que se puede amar a Javier Marías y a Gloria Fuertes y no estar loco, y podría decir que sé de lo que hablo, pero sería presuntuoso por mi parte. Haría falta algún observador externo que lo intentara dictaminar. Os dejo espacio en los comentarios.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

En la literatura cabe todo, gracias a Gloria Fuerte soy "Poeta". Me gustaba por su personalidad, tanto como poeta ,como persona.
En cuanto a Javier Marías, me parece un pedante suavon.

Gracia Iglesias dijo...

Muy interesante tu reflexión. A mí Marías me cae terriblemente mal, sobre todo y sin duda alguna por su absoluto machismo y por sus artículos de opinión cada vez más rancios (aunque, eso sí, siempre escritos con una facilidad de verbo que muchos quisieran para sí), sin embargo siempre le he admirado como novelista y creo que he leído todos sus libros; concretamente "Corazón tan blanco", "Mañana en la batalla piensa en mí" y "Negra espalda del tiempo" me parecen obras maestras. Como absolutamente glorista que soy me disgustó mucho su ataque a Gloria Fuertes, no tanto por lo que decía, sino por como lo decía y porque se notaba demasiado que escribía desde la ignorancia, desde el desconocimiento de la obra de esta poeta: no es que le guste menos que las otras que citas en el blog, es que se nota que se ha quedado en la superficie, en los programas de televisión de los ochenta (que su mérito tenían, aunque Marías no lo vea). El artículo de Marías no me molestó porque argumentara en contra de Gloria Fuertes, sino precisamente porque se aferró a tradicionales cánones machistas y prepotentes que, por otra parte, están cada vez más presentes en la línea discursiva de sus artículos de opinión (lo cual no me extraña tampoco, conociendo lo amiguito que se ha hecho de otro gran misógino como es Arturo Pérez Reverte). Dicho esto, coincido contigo en que la polémica no le resta ni una pizca de mérito a su obra literaria y en que sigo leyendo sus novelas y admirando una faceta de su trabajo. Si tuviera que dejar de leer o de disfrutar la obra de todos los escritores que han sido (o son), machistas, retrógrados, xenófobos o directamente malas personas no leería nada. Y lo mismo ocurre en todas las otras artes. Hay que separar a la persona de su creación. Y no por eso creo que hagamos mal replicando o contestando a un artículo de prensa si sentimos que es desatinado o que no está correctamente argumentado. Es lo bueno de esta era de las nuevas formas de cuminicación. Un abrazo ;)